Este título para nuestra Señora, me ha llamado mucho la atención, por el significado del mismo, un jardinero vive y muere por su jardín, conoce cada una de sus plantas y podríamos decir que sabe de las necesidades de cada una, las poda para que crezcan mas, las riega, las abona, las transplanta, les quita la maleza que crece a su alrededor, les habla y vermifuga las plagas que puedan aparecer. A partir de lo anterior entonces podemos entonces pedir a nuestra Madre del cielo, que sea la jardinera de nuestra alma, que nos ayude a crecer espiritualmente, que nos riegue con la sangre de Cristo, que nos fortifique, que nos proteja de todos los males, que nos ayude a crecer en todos los aspectos.
Madre del Amor Hermoso, bendicenos. Amen
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